Si alguna vez has escuchado hablar sobre la terapia cognitivo-conductual, o TCC, pero no estás muy seguro de qué trata, aquí te lo explico de manera sencilla.
Esta terapia se basa en la idea de que lo que pensamos influye mucho en cómo nos sentimos y en lo que hacemos. A veces, sin darnos cuenta, tenemos pensamientos automáticos que no son muy útiles o incluso nos hacen sentir peor. La TCC busca ayudarte a identificar esos pensamientos y a cambiarlos por otros que te hagan sentir mejor y tomar decisiones más saludables.
¿Cómo funciona? Pues el terapeuta y tú trabajan juntos para descubrir esos patrones de pensamiento y conducta que no te benefician, y poco a poco vas aprendiendo nuevas formas de pensar y actuar que te ayudan a vivir con menos estrés, ansiedad o tristeza.
Entre las cosas buenas que puede traer la TCC están:
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Sentirte menos ansioso o deprimido.
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Tener más confianza en ti mismo.
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Aprender a manejar mejor las emociones y las situaciones difíciles.
Si quieres probar una forma práctica y comprobada para mejorar tu bienestar mental, esta terapia es una gran opción.
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